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Si últimamente sientes que tu coche consume más combustible del habitual, no estás solo. Aunque es fácil pensar en una avería, en muchos casos el problema no está en el motor, sino en factores externos o hábitos de conducción. A continuación, te explicamos las principales razones por las que tu vehículo puede estar gastando más de la cuenta y cómo solucionarlo.

El colector de admisión es una pieza esencial del motor que se encarga de distribuir la mezcla de aire y combustible a los cilindros para una combustión eficiente. Con el tiempo, puede acumular suciedad, carbonilla o presentar fugas, lo que afecta directamente el rendimiento del vehículo y provoca averías que pueden derivar en reparaciones costosas.

La manera en que los nuevos conductores aprenden a manejar podría estar a punto de cambiar. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto flexibilizar la formación vial en España, permitiendo que los aspirantes puedan practicar con un tutor no profesional. 

Cada vez que te pones al volante, la seguridad debe ser una prioridad. Aunque hay factores externos que no podemos controlar, existen muchas acciones que dependen directamente del conductor y que pueden reducir el riesgo de accidentes y mejorar la protección en la carretera. 

¿Has notado un olor a quemado en tu coche recientemente? No es una buena señal. Este tipo de olor puede ser síntoma de un problema mecánico que, si se deja pasar, podría derivar en averías costosas o incluso poner en riesgo tu seguridad.

Si tu coche tiene la etiqueta B de la Dirección General de Tráfico (DGT), es importante que estés al tanto de los cambios que afectarán a su circulación en los próximos años. Cada vez más ciudades están reforzando las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), lo que significa mayores limitaciones para los vehículos más contaminantes.